Washington Daniel Gorosito Pérez
“REGRESO AL PARAÍSO
Llegan olores desde el río,
ya las gotas tamborilean el techo.
La selva es tú averno
allí la lluvia no cesa.
Tanta agua, ahoga palabras,
que trasmutarías en drama, cuento o poesía.
La vida y la muerte Horacio,
allí están, del otro lado del río,
los cuerpos fueron cuerpos
enigmas indescifrables.
Vas “a la deriva”
cubierto por la húmeda
luz del recuerdo.
Desterrado,
iniciarás el vuelo
antes del vuelo. Juez de paz,
que nunca tuvo paz.
“No descansen en mis selva”
le dices a los demonios,
elucubrando tú obra
entre la locura y la cordura.
Tortuga gigante dormida.
Queja ancestral
de un alma que gime
y expulsa lágrimas negras.
Un hombre solo Horacio
trastabilla, se desmorona, se hace trizas
y beberá el sorbo amargo
de la noche eterna buscando
el “regreso al paraíso”.
MI CIUDAD…”MONTE VIDE EU”…
Está frío y garúa,
rigores del invierno del Sur.
El silencio late
en la piel de los adoquines.
Al final de la calle
el mar bravío guarda secretos.
Mientras, un hombre,
camina por la interminable escollera.
Mudo de soledad
con él,
la sombra frágil de las ausencias
suspiros lejanos
añoranzas
memorias inasibles.
La tenue luz de la tarde
muy temprano va muriendo.
Unas aves melancólicas
huyen en perfecta formación.
Los pétalos del cielo se abren
se derrama el dulce néctar
que al rato será poesía
multicolor celestial.
El hombre sigue caminando
y sólo ve un monte.
Washington Daniel Gorosito Pérez |